Washington, 24 oct (PL) Autoridades del estado norteamericano de Virginia, próximo a esta capital, anunciaron hoy la apertura de una investigación sobre supuestos abusos sexuales contra menores de edad cometidos por sacerdotes católicos.
La iniciativa se suma a un contexto de denuncias y revelaciones relacionadas con escándalos por ese problema y casos de pedofilia en diferentes lugares del país.
De acuerdo con reportes de prensa, decenas de testimonios de afectados se produjeron este mes en los estados de Michigan, California y Florida.
En ese último territorio, más de 15 víctimas declararon ante autoridades sobre los maltratos recibidos, y su fiscal general, Pam Bondi, manifestó sentirse satisfecha con la respuesta del público tras una pesquisa al respecto.
Por su parte, la diócesis de San Bernardino, California, decidió publicar una relación de sacerdotes acusados de cometer abusos sexuales contra menores desde 1978.
Asimismo, en Lansing, Michigan, se le revocó la autorización sacerdotal a un clérigo anciano, reconocido como Robert Gerl, por denuncias de agresión sexual realizada varias décadas atrás.
Mark Herring, fiscal general de Virginia, dispuso las 24 horas del día una línea telefónica y un sitio web para permitir que las víctimas de curas reporten sus experiencias en apoyo a la investigación.
Esa pesquisa examinará el comportamiento de los sacerdotes, y pretenderá establecer si los líderes de las diócesis católicas en el territorio incitaron o encubrieron los delitos.
Se investiga encubrimiento
Si ha habido abuso o encubrimiento en Virginia como en Pensilvania, quiero saberlo, erradicarlo y ayudar a los sobrevivientes a obtener justicia y emprender un camino hacia la curación, apuntó Herring en un comunicado.
El último 14 de agosto, la Corte Suprema de Pensilvania emitió un informe que identificó a más de 300 miembros de la Iglesia Católica en ese estado acusados de cometer abusos sexuales contra menores durante 70 años.
Dicho reporte, de un gran jurado que escuchó el testimonio de las víctimas y se reunió con ellas durante dos años, detalló más de mil casos registrados en seis de las ocho diócesis del territorio y describió un esfuerzo de encubrimiento sistemático por los líderes católicos.
Josh Shapiro, fiscal general de Pensilvania, expresó en una conferencia que aunque en el documento se relacionaron más de un millar de afectados se cree que existan más.
Actualmente, se investiga también el mencionado problema en Nueva York, Nueva Jersey, Nuevo México, Nebraska y Missouri.